La hipnoterapia y el coaching emocional son herramientas de gran utilidad en el desarrollo personal.
Su objetivo es ayudar a las personas a tomar plena conciencia de sus problemas afectivos, y a encontrar dentro de sí mismas las herramientas para poder gestionarlos adecuadamente. Esto les ayuda a superar estas situaciones y así alcanzar un pleno equilibrio y estabilidad a nivel físico, mental y emocional. En ese marco, se sitúa este diálogo con Anna Solé, quien comparte su visión y experiencias como hipnoterapeuta y coach emocional, con el objetivo de ayudar a las personas a comprender el aporte que pueden representar estos procesos en sus vidas, especialmente para conseguir un estado de plenitud y bienestar general.
¿Por qué decidiste dedicarte a la hipnoterapia y el coaching emocional?
Bueno, siempre decimos que nuestra profesión está relacionada con nosotros y con la necesidad de ayudar a los demás.
Empecé la carrera de Psicología, pero por problemas personales no pude terminarla. El destino me llevó más adelante a tener necesidad de ayuda emocional. Mi propia evolución, gracias a los profesionales que me atendieron, me llevó a prepararme y realizar cursos y formaciones de coach, encontrando en la hipnosis una herramienta muy importante actualmente en mis terapias.
¿Qué terapias consideras como las más efectivas en tu práctica?
Existen muchísimas técnicas y terapias hoy en día. Yo he aprendido algunas como la descodificación, la terapia breve, la programación neurolingüística, la reimpronta, la hipnosis ericksoniana y muchas más.
Las que más utilizo en consulta son la desprogramación y la hipnosis por sus grandes resultados tras años de implementarlas en mis clientes y ver sus progresos.
¿Cómo funcionan tus procesos terapéuticos a base de hipnoterapia y coaching emocional?
Realmente lo que busco en consulta es que la persona que viene a ella tome consciencia de cuál es la raíz de su problema y que se produzca esa toma de consciencia que le hará cambiar su actitud y conseguir su bienestar.
¿Qué tipo de problemas o trastornos ayudan a tratar estos procesos terapéuticos?
Son muy variados los problemas que podemos tratar con mi terapia. Los más frecuentes son miedos, inseguridades, adicción al tabaco, perdida de peso, duelos, bloqueos, etc.
¿En cuántas sesiones tus pacientes empiezan a tener resultados?
Cada persona es diferente, por lo general es necesario un mínimo de tres sesiones para que el cliente vea algún cambio. Muchas de ellas, al tomar consciencia de lo que le sucede, y tras eliminar de sus vidas un primer “problema”, deciden continuar trabajando en todo lo que va saliendo.
¿Qué casos o situaciones particulares te han impactado más durante tu experiencia cómo terapeuta?
No es fácil decirte qué casos me han impactado más, ya que cada persona tiene una historia diferente y para ella es lo más importante. Sí, te puedo decir, que su agradecimiento al terminar la terapia sale de dentro y que a veces me emociono con ellos. Frases como “gracias por tu ayuda, mi vida ha cambiado desde que vengo o jamás hubiera pensado que consiguiera resolver mi problema tan fácilmente, me emociona y me da energía para seguir”.
¿Qué aspectos o momentos consideras como los más satisfactorios de tu profesión?
El ver los cambios conseguidos y cómo se sienten cuando se van.
Según tu experiencia como terapeuta, ¿cuáles dirías que son los problemas más comunes entre tus pacientes?
Las adicciones, los miedos, la ansiedad y sobre todo la baja autoestima.
¿Qué le dirías a las personas escépticas o reacias a participar en procesos terapéuticos?
Nunca se puede cerrar la puerta a nada, hay que estar abiertos a nuevas formas de trabajar nuestro estado emocional. La mente muchas veces necesita reprogramarse y las terapias, sobre todo la hipnosis y la desprogramación son una buena forma de hacerlo. Cosa que no quita que las personas vayan al médico y tomen la medicación que necesiten.
¿Cuál es tu perspectiva sobre el panorama actual y los desafíos futuros en el ámbito del coaching emocional y la hipnoterapia?
De lo que me estoy dando cuenta cada día es que las personas cada vez más esconden sus emociones, aludiéndolas, engañándose y enfocándose más en el exterior y no en su interior. Culpabilizan a todo lo que les rodea y siempre la culpa está ahí.
Hay mucho miedo a enfrentarse a la realidad y cada vez más las personas están frustradas, aislándose e incluso llegando al suicidio.
Estos son los criterios y análisis de Anna Solé, quien ha compartido un poco de su valioso conocimiento y experiencia en el mundo de la hipnoterapia y el coaching emocional. Su enfoque empático, así como las herramientas terapéuticas que ha perfeccionado durante sus años de trayectoria, le han permitido generar un impacto positivo en la vida de muchas personas. Sus palabras aportan una profunda reflexión sobre la importancia de abrir la mente hacia nuevas formas de abordar el estado emocional de cada persona, y cómo, a través de terapias como la hipnosis y la desprogramación, se pueden encontrar caminos hacia una vida más plena y consciente.