El último año ha traído consigo un cambio radical de tendencias en todos los aspectos. Los departamentos de Recursos Humanos también se han visto obligados a reinventarse y el trabajo en remoto se ha convertido en uno más de los muchos ajustes que las compañías han implementado en sus metodologías de trabajo.
Aun así, la transformación de estos departamentos se lleva fraguando un tiempo, como consecuencia de un entorno incierto y complejo, necesitado de respuestas rápidas y de fácil implementación. Cada vez es más común encontrar empresas que buscan motivar y mentorizar a sus integrantes y, para hacerlo, se decantan por las denominadas metodologías ágiles.
Este tipo de metodologías surge como contraposición al modelo de desarrollo en cascada, en el que el avance de trabajo es lineal e impide trabajar sobre fases no finalizadas, y como respuesta a la necesidad de flexibilidad y movimiento en los proyectos. El objetivo es poder adaptar la compañía a los cambios a través de una organización de los equipos en círculos de especialización, centrados en un proyecto específico y de desarrollo autónomo. Algo que aplica Creditas, la plataforma líder en América Latina de soluciones de consumo y préstamos 100% online, desde su fundación y en sus distintas sedes en Brasil, México y España, país en el que está radicado su centro tecnológico.
“Somos una compañía impulsada por el negocio y, una vez definidas las nuevas oportunidades, involucramos a nuestros equipos a través de métodos de trabajo ágiles con los que mejoramos la eficiencia y los resultados. Cada problema tiene una solución y es importante promover la autonomía para evolucionar más rápido y aportarnos valor unos a otros y a nuestros clientes”, explica David Stanete, Engineering Manager de la fintech.
La compañía de origen brasileño, fundada por el español Sergio Furio en 2012, basa su funcionamiento en la cultura ágil. Para organizar a los empleados se inspira en metodologías las cuales organiza a sus equipos en unidades de negocio, que a su vez se dividen en equipos. Cada equipo cuenta con suficiente autonomía para traducir los objetivos de la empresa a nivel técnico y de producto.
Esta autonomía crea un sentimiento de colectividad y pertenencia que facilita que las personas trabajen con dominio, motivación, propósito y mucha más rapidez. Gracias a ella, los trabajadores son más ágiles y dirigen los proyectos y las tomas de decisiones de manera local sin tener que depender constantemente de managers y directivos.
“Para Creditas este tipo de organización es la base de su cultura empresarial. Partimos siempre de un objetivo de negocio definido por niveles superiores de la compañía, pero una vez está aterrizado, son los equipos los que deciden cómo alcanzarlo”, explica Paulo Bischof, Engineering Manager en Creditas.
Las metodologías ágiles parten de una relación de plena confianza en los empleados como owners de su motivación y crecimiento profesional. Se busca promover un entorno que depende, en gran medida, de la comunicación entre todos los niveles y puestos y que valora la innovación como herramienta de adaptación y experimentación, a través de la cual los equipos evolucionan sus procesos para adecuarlos a cada proyecto y objetivo.
“El uso específico de una metodología ágil no significa que tengas que prescindir de las demás. Creditas se organiza en base en metodologías, pero cada equipo decide los métodos de trabajo que mejor se adecúan a la consecución de los objetivos pactados”, añade Stanete. “Trabajamos también con Scrum, con Kanban, con Scrumban, con métodos Lean, etc. la clave es evitar procesos burocratizados para ofrecer un entorno de trabajo flexible e innovador, que se adapte a las necesidades de cada tarea y de quien la lleva a cabo”.
Según el equipo de expertos agile de Paradigma Digital, la agilidad es la asignatura pendiente de 9 de cada 10 empresas españolas y se convertirá en una de las principales razones de la fuga de talento en este 2021. Conscientes de ello, en Creditas desarrollan e implementan nuevas metodologías que evitan la ausencia de innovación y la pérdida de oportunidades de negocio y que pueden favorecer el captar talento interesado en nuevas formas de trabajo que le proporcionen más libertad de actuación, más motivación y acceso a procesos de mentorización realmente enriquecedores.