Los bebés crecen tan rápido que apenas tienen tiempo de ponerse mucha de su ropa más de tres o cuatro veces: en cuestión de dos semanas un trajecito prácticamente nuevo se le queda pequeño sin haber podido amortizar su coste (que no siempre es equivalente al tamaño de la prenda). Para ayudar a las familias en la gestión del vestuario de sus hijos de hasta 2 años, llega Lapona, la primera empresa española sostenible de alquiler y reutilización de ropa infantil mediante suscripción, que permite ahorrar hasta un 30% al año en el presupuesto destinado a vestir a los más pequeños de la casa, renovando su armario cada mes con looks atractivos de primera calidad y evitando la acumulación de ropa de bebé.
La emprendedora al frente de esta innovadora propuesta de economía circular nacida justo al inicio de la pandemia es la española Patricia González Melgar, aragonesa de nacimiento, catalana de adopción y, tras vivir en varios países, ciudadana del mundo. Inspirada en su propio bebé, y también con el deseo de contribuir a frenar el deterioro del planeta, decidió poner en marcha Lapona (el nombre hace referencia a la forma infantil en que su hijo llamaba a los hipopótamos). En poco más de un año, la compañía ha conseguido implantar su modelo de negocio en toda España (excepto Canarias, Ceuta y Melilla) y en Portugal, siendo la Comunidad de Madrid, Cataluña y País Vasco las regiones con mayor demanda en la actualidad.
El sistema es sencillo: el cliente formaliza una suscripción en una de las tres modalidades previstas: mensual (39 euros), trimestral (195 euros) o anual (350 euros), sin compromiso de permanencia, de manera que puede darse de baja cuando lo desee. A través de un formulario, describe sus gustos y el estilo de ropa que desea para su bebé, y cada mes recibe en su domicilio un pack con diez prendas que se van adaptando a la evolución del tallaje, devolviendo las que ya ha utilizado. Lapona se encarga tanto de la entrega y retirada de la ropa como de su posterior limpieza y desinfección mediante un proceso totalmente ecológico (sin fosfatos y con detergentes hipoalergénicos), así como, si fuera necesario, de reparar cualquier posible desperfecto.
“El contenido de cada caja que enviamos a nuestros clientes es exclusivo y personalizado, y está valorado en cerca de 300 euros. Es decir, el precio de una sola pieza equivale a una suscripción mensual de Lapona, por lo que nuestra propuesta representa un ahorro económico importante para las familias, que es mayor cuanto más larga sea la duración de la suscripción elegida y puede alcanzar el 30% en el caso de la anual”, apunta Patricia González Melgar, CEO y fundadora de la compañía.
Más allá de los beneficios para la economía familiar, la fórmula de Lapona también persigue la reducción del uso de materias primas, de la huella de carbono de los procesos de fabricación y distribución de moda infantil, y de la generación de residuos, en este caso en forma de ropa. “Creemos que es posible avanzar hacia un modelo de consumo más consciente, más sostenible y responsable con el medio ambiente, sin por ello tener que renunciar a la moda ni a la calidad”, subraya la creadora de Lapona.
La compañía reutiliza para futuros envíos las propias cajas donde realiza las entregas, haciendo de su propia gestión un ejemplo de economía circular. En cuanto a las prendas, están confeccionadas por una decena de marcas españolas y portuguesas con proyectos originales y atractivos, de acuerdo con las últimas tendencias en colores y estilos, con algodones orgánicos y materiales naturales de primera calidad.