Aquellas personas que tienen una barba irregular o con zonas despobladas pueden acceder a un tratamiento de injerto capilar de barba para mejorar el aspecto de su rostro. Las causas de la falta de pelo son variadas, ya que en algunos casos existe una predisposición genética, mientras que en otros este problema se debe a cicatrices, quemaduras, episodios traumáticos o tricotilomanía.
En cualquier circunstancia, el injerto de barba resulta viable y definitivo. Uno de los profesionales de referencia en la aplicación de este tratamiento es el Dr. Bruno Jacobovski, especialista de las técnicas FUE y FUSS/FUT. De hecho, es uno de los pocos cirujanos de Europa que realiza estas dos técnicas combinadas en una misma intervención. Además, es experto en microtrasplantes capilares en cicatrices y quemaduras.
¿Cómo se realiza un injerto de barba?
El injerto capilar de barba consiste en una intervención quirúrgica en la que se colocan las unidades foliculares individuales necesarias para que el paciente recupere la forma y frondosidad deseada en su vello facial. Según explica el Dr. Bruno Jacobovski, se trata de una intervención ambulatoria sin riesgo y muy común, ya que la irregularidad en la barba es frecuente.
La técnica que se utiliza en el procedimiento se denomina FUE (Extracción de Unidades Foliculares, por sus siglas en inglés). El primer paso consiste en la extracción de unidades foliculares de las zonas posterior y lateral de la cabeza, donde el pelo está genéticamente programado para crecer toda la vida. En una segunda instancia, los folículos se implantan de una manera natural y sin generar cicatrices.
En este tipo de intervenciones, es muy importante que el profesional que las conduce tenga en cuenta la dirección en la que crece la barba. En este sentido, realizar un injerto con la orientación correcta es indispensable para que los resultados luzcan naturales.
¿Cómo crece el vello después del injerto de barba?
Solo durante los primeros días después de la intervención, es posible que exista algo de picazón en la zona. Es importante que los pacientes no retiren las pequeñas costras que se forman, ya que al cabo de una semana se desprenden por sí solas. Aunque se puede llevar una vida normal durante 10 días, se indican algunos cuidados. En este sentido, resulta necesario cuidar la zona trasplantada con la aplicación de Betadine y hay que evitar exposiciones directas al sol. También es mejor eludir cualquier tipo de roce.
Después de este breve período de tiempo, es recomendable que el paciente lave la barba con champú hipoalergénico y no la recorte hasta que el especialista se lo indique. Tras la autorización del profesional, la cara se puede afeitar con normalidad y el paciente puede disfrutar de una barba perfecta y natural.
Por medio de las técnicas de injerto de barba que emplea el Dr. Bruno Jacobovski, es posible recuperar el vello facial y lucirlo de forma natural.