Los clarividentes o, simplemente, videntes, son seres con habilidades intuitivas superiores al resto de la gente que tienen la cualidad de poder ver con claridad los hechos, personas y lugares que rodean la vida de una persona, sin importar lo lejos que se encuentren. La clarividencia se ha convertido en una herramienta muy utilizada para obtener claridad en torno a ciertas cuestiones personales.
El servicio de consultas de Emma Lluna, una vidente sin gabinete que realiza sesiones vía telefónica, ofrece la oportunidad de que los clientes pregunten cosas de su interés durante un tiempo determinado.
Emma Lluna utiliza un método basado en la empatía
Una de las preocupaciones recurrentes en los clientes es la posibilidad de escuchar respuestas incómodas que puedan generar dolor. Para Emma Lluna, la sinceridad no necesariamente debe transmitirse con brusquedad. Por ello, prioriza la escucha abierta sin juzgar lo que comparten sus pacientes y ofrece observaciones con respeto y cuidado.
Durante las sesiones, la capacidad extrasensorial de Emma Lluna se activa para obtener visiones del pasado, presente y futuro. Su método se basa en percibir las sensaciones sin emplear instrumentos adicionales como pueden ser el tarot o la astrología. Ella respeta a quienes lo usan, pero considera que contar con todas esas herramientas no siempre garantiza una visión precisa. Por ello, confía solamente en sus habilidades y asegura sentirse dentro del cuerpo de la otra persona.
Para contratar los servicios de adivinación de esta vidente, se puede agendar una cita previa vía telefónica, enviar un correo electrónico o a través de mensajes de WhatsApp. La secretaria se encarga de ofrecer el día y horario de mayor conveniencia, en el que Emma Lluna establecerá el contacto por su cuenta. El precio va desde los 60 € para sesiones de 15 minutos, hasta 180 € en citas de una hora.
Contratar los servicios de una vidente y sus ventajas
El primer aspecto a resaltar es la facilidad que tiene la gente para obtener una cita sin necesidad de trasladarse fuera de su domicilio. En cuanto a la confianza, se considera que las videntes sin gabinete poseen mayor receptividad para canalizar las energías y brindar panoramas con soluciones efectivas.
La clarividencia no es una disciplina que se desarrolle con el estudio o que puede inculcarse a otra persona. Lo que sí es cierto, es que quienes poseen esta habilidad deben desarrollar al máximo su potencial, si lo que buscan es ayudar a otras personas.
En el caso de Emma Lluna, se trata de una especialista que trabaja con un método empático al que se puede acceder sin ningún requisito.